Nota de los integrantes del IIBICRIT
In memoriam Jorge Ferro
A la memoria del Doctor Jorge Ferro
Los integrantes del Instituto de Investigaciones Bibliográficas y Crítica Textual comunicamos con profundo dolor el fallecimiento de nuestro colega y amigo Jorge Norberto Ferro, miembro fundador del SECRIT junto con los Dres. Germán Orduna y José Luis Moure.
Jorge fue Profesor en Letras por CONSUDEC y posteriormente obtuvo los grados académicos de Licenciado y Doctor en Letras por la Facultad de Filosofía y Letras de la Pontificia Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires” (UCA). Se desempeñó como Investigador Independiente en el IIBICRIT y fue su subdirector hasta su jubilación a fines de 2016. En cuanto a su actividad docente, fue profesor titular de Latín en la Universidad de Morón y en la Universidad Católica Argentina. Sus líneas de investigación estuvieron centradas en la literatura política medieval y en la obra de Pero López de Ayala. Fruto de una ardua y paciente tarea editorial son la Crónica del rey don Juan Primero y la Crónica del rey don Enrique III, esta última realizada en colaboración con José Luis Moure. En estrecha relación con la temática medieval y ecdótica, buena parte de los estudios de Jorge estuvieron dedicados a los autores católicos ingleses de los siglos XIX y XX, por los que sentía una profunda admiración y respeto, llegando a ser el principal referente en Argentina de la obra Chesterton, Lewis y Tolkien.
Y lo más importante: Jorge fue un amigo y colega fiel y bondadoso que derrochaba sin tasa sabiduría, alegría y humor donde estuviera. La humanidad y la fe que en Jorge se conjugaban y se hacían carne bien se pueden resumir en los versos del poema que Ronald Knox dedicó a Chesterton, traducidos por él al español:
“Amó conmigo, dijo Browning, y los hombres lloraron;
Rió conmigo, dijo Dickens, y sonrieron los hombres;
Bebió conmigo, dijo Chaucer, y enalteció la fiesta;
Niño anhelante, dijo Blake, jugó conmigo;
En mi demanda, dijo Cobbett, me acompañó a caballo;
Leyó conmigo, dijo Stevenson, el corazón del hombre;
Y a mí, Johnson gritó, me amó como ninguno,
Y ecuánime elegía lo más noble.
En tanto Pedro tentaba con sus llaves,
Y un instante se enfrentaron justicia con clemencia,
Nublando la puerta difícil del Cielo;
Hasta que otros consejeros más sabios se acercaron:
Recíbelo, dijo Tomás: sirvió a la verdad;
Recíbelo, dijo Francisco: amó al pobre.”
[En Jorge Ferro (2018) De maestros y batallas culturales, Buenos Aires: Vórtice, pág. 93]